El agua siempre ha sido negocio y más cuando existe un crecimiento demográfico e industrial acelerado como es el caso de la zona metropolitana de Querétaro.
“El agua tiene una conexión directa con el desarrollo económico, está íntimamente ligado, y mucho tiempo se dijo que Querétaro no iba a crecer por la falta de agua, pero se ha demostrado lo contrario”, dice Juan Francisco Bustamante, presidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación A.C.
De acuerdo a un ejercicio de extrapolación de cifras nacionales del INEGI, en la zona metropolitana de Querétaro pudieran existir un promedio de 500 rellenadoras de agua, la mayoría irregulares y con laxa o nula supervisión de la autoridad competente sobre sus permisos, procesos sanitarios y calidad. En el 2020 el INEGI reportó 125 rellenadoras establecidas y legales de agua en Querétaro por cada 5,112 habitantes, pero no especifican si cumplen con las reglas de salubridad.
Las rellenadoras de agua son negocios que se surten de la red doméstica y dan, en el mejor de los casos, un “tratamiento secundario” al agua. El líquido es rellenado en botellones, envases, garrafones o cualquier otro contenedor para su venta tanto en tiendas como consumidor final o en máquinas despachadoras automatizadas de agua.
Más del 60% del agua que llega hasta los grifos de Querétaro tiene algún tipo de contaminación, a esto se le suman los malos procesos de rellenado. “Las rellenadoras te la venden como agua purificada cuando no lo es…es agua tratada más no purificada”, explica el dirigente de la organización conocida también como “Agua en México”.
Bustamante hace proyecciones y estima que el valor de venta diario de las 500 rellenadoras de la zona metropolitana de Querétaro alcanzaría el 1 millón 250 mil pesos al día, suficientes ingresos para sortear cualquier tipo de regulación estatal y federal.
Estas rellenadoras de agua en Querétaro estarían atendiendo una demanda de 1.4 millones de personas con un valor de mercado anual de 450 millones de pesos.
En una exploración de Facebook, en Querétaro existen decenas de grupos de ventas y marketplace de productos, químicos e insumos para negocios de tratamiento y purificación de agua, la mayoría de los productos son “semi industriales” y presumen que son ideales para un negocio de rellenado y venta agua.
Datos del INEGI registran a nivel nacional 24 mil rellenadoras de agua, aunque esta cifra podría ser mucho mayor, ya que una gran cantidad opera de manera irregular. Estas abastecen a 40% de la población mexicana, lo que significa un promedio de 50 millones de personas.
El agua de las rellenadoras de Querétaro contiene altos niveles de arsénico, también sales, minerales y fosfatos por arriba de la norma, además de bacterias. “Existe evidencia en hospitales públicos de Querétaro de pacientes deshidratados y enfermos por la ingesta de agua con altos niveles de sales y contaminada”, asegura Bustamante.
La supervisión de rellenadoras de agua en Querétaro no es tan eficiente como en otros estados. Por ejemplo, en la Ciudad de México (guardando la proporción poblacional), en lo que va del año, se han cerrado más de 300 establecimientos del giro por falta de permisos y procesos de sanidad para garantizar la calidad de agua para consumo humano.
El director de Inspección y Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud de Querétaro, Alejandro Tenorio, en declaración de prensa en mayo pasado, dijo que la proliferación de este tipo de negocios es tal que no se cuenta con un registro realmente exacto del número de purificadoras y hieleras en Querétaro.
En una búsqueda en Google con las palabras “clausuran rellenadoras de agua” aparecen en la primera página del buscador decenas de noticias sobre cierres de establecimientos del giro en diversos estados del país, pero ningún registro de Querétaro.
Cuando se le agrega a la búsqueda la palabra “en Querétaro”, aparecen en la primera página de Google apenas 3 notas de medios de comunicación locales que dan cuenta de la clausura en 2023 de tomas clandestinas de agua y cierre de establecimientos de agua.
Para Bustamante, el desarrollo económico y crecimiento de Querétaro debe ir de la mano de la infraestructura y abastecimiento de agua de calidad en la zona metropolitana, tarea que ha sido poco solventada por la autoridad del estado y es aprovechada por los más de 40 organismos operadores de agua particulares y por los cientos de rellenadoras de agua que venden sin control.
El gobierno queretano está en el momento de inflexión para tomar acciones respecto al ordenamiento y regulación del agua en todos sus niveles de gestión y operación.
Y la perversa, pero necesaria, existencia de los más de 40 organismos operadores de agua potable privados de la zona metropolitana de Querétaro es otra historia.