- México emerge como un actor clave gracias al desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
- Mercado automotor tiene aumentos de entre el 8% y el 12% en el precio y una caída superior al 15% en las ventas de unidades nuevas.
- LDM es un operador logístico clave, integrando soluciones de transporte inteligente, tecnologías predictivas y trazabilidad en tiempo real.
Ciudad de México, 11 de agosto de 2025. — La industria automotriz global atraviesa una transformación sin precedentes y la reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos de hasta el 25% sobre vehículos y autopartes, ha obligado a fabricantes, proveedores y gobiernos a replantear rutas, modelos de distribución y estrategias de inversión.
En este nuevo escenario, México emerge como un actor clave gracias al desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que junto con operadores logísticos estratégicos como LDM (Logística de México), está marcando el comienzo de una nueva arquitectura de la movilidad industrial.
En el mercado mexicano, los efectos ya son palpables: aumentos de entre el 8% y el 12% en el precio de los vehículos, caída superior al 15% en las ventas de unidades nuevas y un financiamiento cada vez más restringido. La presión es doble: los modelos con mayor contenido importado son los más afectados, y los segmentos de entrada, los más sensibles al precio, muestran señales claras de desaceleración.
En el plano internacional, el caso de Japón destaca como un reflejo de lo que podría replicarse a gran escala, que, a pesar de intensas negociaciones, sus exportaciones enfrentan ahora un 15% de aranceles, llevando a múltiples países exportadores a repensar sus estrategias. Esta coyuntura abre una ventana de oportunidad para México, cuya ubicación geográfica y reciente infraestructura logística se vuelven estratégicas.
José Ambe, CEO de LDM indica, «estamos ante una reconfiguración histórica de las cadenas de suministro automotriz, donde el Corredor Interoceánico no es simplemente una ruta alternativa, sino un catalizador para el desarrollo de un nuevo ecosistema industrial que puede compensar significativamente los impactos de las medidas proteccionistas. Las empresas que logren integrarse tempranamente a este proyecto ganarán una ventaja competitiva difícil de replicar.»
El Corredor Interoceánico, con su conectividad multimodal entre puertos, ferrocarriles y carreteras, ofrece beneficios concretos como la reducción de hasta un 40% en los tiempos de tránsito y ahorros logísticos del 15% al 20% por unidad transportada. Compañías como Hyundai Motor Company ya lo están utilizando exitosamente en proyectos piloto, y tres armadoras globales más han anunciado centros de distribución en la zona.
Así mismo cinco proveedores Tier 1 están considerando establecer plantas productivas, impulsando inversiones que podrían superar los 800 millones de dólares en tres años, con la creación de 3,500 empleos directos.
En este contexto, LDM da las siguientes recomendaciones:
- Rediseñar sus cadenas de suministro para mitigar riesgos arancelarios.
- Apostar por la regionalización de proveedores.
- Aprovechar los incentivos fiscales en las zonas económicas especiales.
- Invertir en innovación logística y tecnologías resilientes.
David Lati, CRO, de LDM destaca, «la logística del siglo XXI requiere flexibilidad y redundancia. Y el valor estratégico del Istmo de Tehuantepec radica precisamente en que ofrece ambas cosas. Para las armadoras asiáticas y europeas, particularmente aquellas que exportan a múltiples mercados desde México, esta infraestructura representa una póliza de seguro contra la volatilidad comercial.»
El gobierno federal ya anunció una nueva fase de inversión para fortalecer la infraestructura del Corredor: modernización portuaria, ampliación ferroviaria y nuevos parques industriales.
Con este movimiento, México no solo está adaptándose al nuevo orden económico global, sino que se está posicionando como el corazón logístico de la industria automotriz del siglo XXI. Lo que comenzó como una medida proteccionista, podría ser el impulso definitivo para que el país asuma un rol protagónico en la manufactura y distribución automotriz a escala mundial.