- Aunque el crecimiento de la Liga MX Femenil ha dado visibilidad al talento de las jugadoras mexicanas, las condiciones laborales y salariales siguen siendo un reto.
Blanca Juárez
SemMéxico, Ciudad de México, 12 de octubre, 2024.- A siete años de la creación de la Liga MX Femenil, hay avances significativos en la participación de las mujeres en el futbol. Sin embargo, sus condiciones laborales siguen siendo desiguales, con salarios bajos y contratos que limitan su estabilidad. A esto se suma la escasa visibilidad en los medios y el enfoque sexista de la cobertura.
Esto fue parte de lo que un grupo de mujeres periodistas pudimos comprender a mayor profundidad luego de la conferencia de Karen Morán, editora web en el periódico Esto, el diario deportivo más antiguo de México.
La sesión se llevó a cabo de manera híbrida, con la participación de periodistas en la Ciudad de México y diferentes estados de la República que pudieron integrarse de forma virtual. Fue convocada por SemMéxico y la Red de Mujeres Sindicalistas como parte del proyecto México Unido 2026 y rumbo al Mundial de Futbol 2026.
Una de las quejas principales dentro de la Liga MX Femenil es la gran diferencia en los sueldos. Mientras que algunos jugadores de la liga masculina pueden llegar a recibir salarios mensuales que superan los seis dígitos, la mayoría de las jugadoras de la liga femenina perciben ingresos que apenas cubren sus necesidades básicas.
La primera temporda de la Liga MX Femenil fue en 2017 con 16 equipos. En los primeros años, se impuso un tope salarial de 2,500 pesos para las futbolistas, cual ya fue eliminado. Pese a ello, la diferencia con los salarios de los hombres es abismal.
De acuerdo con Karen Morán, mientras uno de los jugadores mejor pagados en la liga varonil es de más de 110.7 millones de pesos al año, la máxima cantidad que ha podido negociar una jugadora es de 1.8 millones de pesos anuales.
Además, muchas futbolistas reportan la falta de seguridad social y derechos laborales básicos. A diferencia de los jugadores de la liga masculina, quienes tienen acceso a prestaciones de salud, seguro médico y pensiones, algunas jugadoras no cuentan con estos beneficios. La falta de un contrato colectivo que proteja los derechos de las jugadoras también las deja en una situación de vulnerabilidad.
Karen Morán explicó que la Liga MX Femenil todavía no es redituable económicamente, pues el 80 por ciento de los equipos femeniles se mantienen de los ingresos obtenidos por el equipo masculino.
Este punto fue uno de los que se pudieron discutir entre las periodistas asistentes a la sesión informativa. Algunas señalaron los obstáculos que dificultan a los equipos femeniles ser redituables, como los horarios de partidos poco accesibles, la falta de promoción de la liga en estados fuera de la Ciudad de México, la ausencia de transmisiones en televisión abierta y la cobertura mediática sexista y cosificadora de las jugadoras, entre otros factores.
Un reto que también enfrentan las jugadoras en el fútbol mexicano es la falta de infraestructura adecuada. En muchos casos, los equipos femeniles no tienen acceso a instalaciones de primera calidad para entrenar, y las canchas en las que juegan suelen no cumplir con los mismos estándares de la liga masculina.
Mientras la Liga MX Femenil continúa ganando seguidores y probando el talento de las futbolistas mexicanas, las condiciones en las que desarrollan su carrera siguen siendo un obstáculo para la equidad en el deporte. El fútbol mexicano se enfrenta a una tarea importante: mejorar el entorno laboral y salarial de sus jugadoras, reconociendo su esfuerzo y brindándoles la oportunidad de desarrollarse profesionalmente al mismo nivel que sus contrapartes masculinas.